lunes, 19 de julio de 2010

Shit happens

Hace exactamente 3 días, 15 horas y 22 minutos que ningún sonido sale de mi boca. Nada. Cero. Solo aire aspero y una voz que parece pertenecerle más a James Dean que a mi.
Si, se está cumpliendo mi peor pesadilla, el sueño de mi padre desde que el obstetra le dijo "Lo siento, es una niña": estoy sufriendo una metamorfósis a hombre.
Chau depilación, au revoir a no saber que ponerme a la mañana y a las intensas peleas con mis hermanas por sobre quien fue la última en usar el rimel, adeus a mi querido y adorado Andrés, el único hombre que estuvo siempre al pie del cañón y ni una vez lo escuché chistar por el condenado mundial.
Puede que suene rencorosa "Ah, claro, ella dice esto porque Argentina fue patéticamente eliminado del mundial en los cuartos." Pues, se equivocan. En mi humilde opiniónel futbol no es más que una vieja herramienta actualizada utilizada por el hombre para explotar su potencial de estupidez. No digo que el deporte sea malo. No me malinterpreten, una cosa es hablar del deporte como una forma de vida para alcanzar ese cuerpo ideal que ni ellas tienen (pero ese ya es otro tema), y otra muy diferente es sobreestimar a jovenes a los cuales tantos pelotazos en la cabeza les han traido fuertes consecuencias en sus funciones neurolingüísticas. ¡Por favor! Estamos hablando de indivudos que en lo único en que contribuyen a la sociedad es en verse lindos en ropa interior, a los cuales le pagan por año el equivalente a la deuda externa de un país en desarrollo...¡y estamos hablando en euros! Y después tenemos mentes brillantes del mundo de la medicina, personas que realmente pueden llegar a tener un impacto en la historia de la humanidad totalmente tiradas de lado como si fuesen ellos los que no terminaron el secundario. Si, si. Todos queremos el sueño americano, nuestra casa con pileta y un jardinero como el de Desperate Housewives pero, ¿quién decide quien es merecedor de ganarse la lotería y quien tiene que salir a robar para que su familia pueda comer? Si, si, ya se, es el destino. ¿Pero qué es el destino sino otro invento creado por el hombre como los conceptos de "fe" y "esperanza" para echarle la culpa a un otro más grande que nosotros sobre el destino de nuestra vida?
Si y no.
Blanco y negro.
Una lucha tan eterna como el Sol y una búsqueda tan vieja como el tiempo. Nadie nunca lo supo ni nadie jamás lo sabrá. Es como el huevo y la gallina pero un poco más antropológico.
Y es que tenemos dos alternativas, tan simples como decidir como queremos empezar el día: o malgastamos nuestra vida intentando encontrarle un por qué al cómo o simplemente disfrutamos. No como dioses del olimpo todopoderosos ni como fantasmas que se escapan del inframundo para llorar en la tierra. No, simplemente como mortales normales, como seres humanos que tienen una sola oportunidad, un solo tiro de vivir la vida, de tirarse desde el ancatilado más alto sin saber si lo que nos espera abajo es la realidad o nuestros sueños hechos verdad.
Solo una recomendación para empezar bien la mañana y que nada los tire abajo antes de llegar a su casa a la noche: sonrían incluso antes de abrir los ojos porque hoy puede ser un gran día...

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