lunes, 7 de enero de 2013

Nunca más

Cuando eramos chicos nos enseñaron a que no debíamos decir malas palabras, a que siempre se debía empezar una oración con por favor y terminarla con muchas gracias. Incluso antes de entrar en el colegio sabíamos la diferencia entre el bien y el mal y que solo a los nenes buenos Papá Noel les traía regalos cada 25 de Diciembre.
Crecimos con la idea de nunca desearle el mal a nadie y ayudar siempre a los mayores a cruzar la calle, hasta convertirnos en seres programados a dejar una semilla en este mundo.

¿Por qué? Porque si haces cosas buenas, la vida te va a regalar cosas buenas. Llamalo karma, destino o incluso final rosa americano, pero es el sueño que nos arropa cada noche antes de irnos a dormir.


Cuando eramos chicos nos contaban cuentos antes de irnos a dormir. Podían transcurrir en un castillo lejano o en el espacio, pero todos terminaban igual: con un pintoresco y esperanzador Fin.
Nos llenaban las cabezas de esperanzas e ilusiones porque, si el príncipe escaló la montaña más alta para rescatar a su bella princesa, un edificio de siete pisos es pan comido.


Cuando eramos chicos soñabamos con que ser de grandes. Policía, médico, cantante. En que casa vivir y cuántos hijos tener. Nos planificábamos nuestra vida desde la primer hora de la mañana hasta el atardecer de dentro de 80 años.

¿Por qué? Porque cuando sos chico, vivis para siempre.


Cuando eramos no tan chicos nos confesaron que todo lo que creíamos saber de pequeños era mentira.
Ya a esta altura, al paradigma del cual se regía tu vida le salieron colmillos y cuerpo de león, dejándote sin otra alternativa que poner en duda hasta tu propia existencia y osas cuestionar si habrá realmente un Olimpo en donde los padres-dioses dirigen el mundo. Tus seguras cuatro paredes se transforman en un círculo vicioso que solo parece dirigirse al precipicio y a una muerte segura.


Cuando dejamos de ser chicos vemos como esas historias se transforman en realidad, como la impunidad y la injusticia se prostituyen a la vuelta de la esquina y las lágrimas son la única respuesta ante tanta angustia. Vemos cosas que no pasarían en un reino lejano, mientras intentamos explicarles a los más chicos porque hay príncipes y princesas que no van a despertar del sueño eterno en que la malvada bruja los sometió... sin importar cuantos besos de amor verdadero se les den.

¿Por qué? Porque no todo final es feliz.


Cuando crecemos, vivimos rodeados por tanta tristeza que a veces nos olvidamos de como empezaban siquiera los cuentos que nos contaban de chicos. Ya no nos sorprendemos si nos enteramos de que una persona con un triste complejo de Dios decidió tomar su lugar por un momento y terminar con la vida de otros que, como él, no son más que simples mortales.
No hay máquina del tiempo que pueda devolvernos ese pedazo de corazón que se nos arrancó ni hechizo que haga que duela menos respirar.

¿Por qué? Porque la magia no existe.

Cuando somos grandes, nuestros sueños cambian, salen de la utopía creada por Disney para tener su correlato en la realidad, en esta realidad. Nuestra mayor ambición dejó de ser la casa en la pradera para transformarse en un constante Nunca Más. Dejamos de pedir sueños para pasar a exigir que se terminen las pesadillas.
No queremos jugar en la realidad que nos tocó vivir. No queremos ser nosotros el que aparezca en las noticias siendo la nueva presa de los medios de comunicación que se alimentan de nuestra tristeza y luego, se van en busca de nueva sangre que chupar.
Aprendemos a vivir con el corazón en la boca cada vez que alguien de nuestra familia llega cinco minutos después de las nueve de la noche, teniendo un vórtice de emociones en el lugar en donde se supondría que estaba nuestro estómago.

¿Por qué? Porque la realidad supera a la ficción.

Dicen que cuando ya no somos nada, volvemos a este mundo como energía. Dicen que la tierra no deshecha nada, que todo se transforma. Dicen que vemos las cosas desde otra perspectiva, no ya como sujetos, sino como parte de los mismos objetos, del aire, del todo.
Dicen que un final es solo el comienzo de una gran aventura. Dicen, que una gran aventura digna de ser contada jamás comenzó con un felices para siempre. Dicen, que todas las historias son gran aventuras dignas de ser contadas.

¿Por qué? No tengo la más puta idea.

Baja realidad

Un sorbo más y se iría. Solo uno... bueno, tal vez dos. Pero, ¿quién dice dos dice tres, no?

Eran las cinco de la tarde y el caos se paseaba por la calle cual ninfa ante Homero. Se limaba las uñas con los dedos y escribía incoherencias en los gastados sobrecitos de azúcar.

Miró para atrás solamente para encontrarse nuevamente con la inquisidora mirada de Cortázar carcomiéndole el estómago. Y es que entre entendidos se entendían y él lo sabía. Podía llover, caer piedras y hasta los manifestantes podían impedir que los autos circularan tranquilamente por la Avenida de Mayo, pero esa imágen colganda en la pared siempre la esperaba con su lágrima jarrito en el quinto asiento detrás del mostrador (no no, latte expresso corazón).

Hechó una última mirada al paisaje de a su alrededor. Pintoresco. Cada mesa, una historia y cada historia, un cuento que no quiere ser contado.

El olor a granos de café recién molidos y vapor de agua saturaban los sentidos y dormían la mente. Todavía podía degustar ese picor entre las encías cuando lo único que quedaba en el fondo de la tazá era café en su estado puro. Maldita leche y su baja densidad. Lo odiaba pero la terquedad mata al orgullo y este se queda callado... si fuese un gato, hubiese muerto hace rato.

No aparecía. ¿Quién? Nadie. Y ese era el problema. La helada que perforaba los grandes ventanales de vidrio poco a poco atacaban sus pies enfriando ese arrebatado deseo de salir del trabajo quince minutos antes ¿Qué es lo que estaba haciendo? Ya no era una niña, nunca lo fue y ahora definitivamente no era el momento para ponerse a hacer estupideces Porque confundir París con Buenos Aires y pensar que el siglo XX es la nueva era de revoluciones es ser demasiado ingenua.

Y él seguía mirándola.... Maldita Buenos Aires y su incurable manía de derrochar héroes ante el mínimo acento europeo. ¿Quién lo mandó a ser el hada madrina de una Cenicienta que no buscaba esposo? "¿Sabés cual es el problema con el príncipe azúl nena?" Le repetía su madre después de preguntarle para cuando iba a ser abuela "Que se destiñe al segundo lavado" Si, tenía estándares muy elevados sobre que esperar en una relación y no tenía pensado en conformarse con lo que viniese cuando hay un sexy profesor de sociología que toca el violín esperándola en algun lugar (si, que toca el violín) ¿Altas expectativas? No. Baja realidad.



Charlas. Parte VIII

- "¿Por dónde empezar?"
- "Según tengo entendido, la gente empieza diciendo 'Hola'."
- "Si, ¿pero no es un término demasiado pobre teniendo en cuenta el contexto en que nos encontramos?"
- "¡Y ya te salió la bohemia de adentro!"
- "¡No te burles! Ya no soy una niña."
- "Si, de eso ya me di cuenta. Estás... distina."
- "¿Distinta a que? ¿A cómo me recordabas o a como te recordabas a ti?"
- "Jajaja. Te molestaron mucho con eso, ¿no es así?"
- "No, no es que me molestara, es que sentía que nunca iba a ser suficiente."
- "No tendría por qué serlo. Tu misma lo dijiste, 'es parecido, no es igual'. Es hora de que vos armes tu propio camino, no por lo que yo quiero, no por lo que los demás quieren, sino por lo que vos querés."
- "Llegó un poco tarde el consejo."
- "Y vos tendrías que haber tomado las cosas como venían, no eran mis palabras, eran las palabras de otro. Una persona tan inteligente tendría que haberse dado cuenta."
- "Bueno, eso lo pongo en duda."
- "¿Por qué te hechas tanto abajo?"
- "¿No es subjetivo viniendo de vos? Digo, es tu obligación decirlo."
- "Pero no soy solo yo, muchas personas te lo han dicho todos estos años, pero no las escuchas."
- "Es que confunden persistencia con inteligencia."
- "¿Y cuál es la diferencia? ¿No te parece a vos que los que persisten son inteligentes? No se dan por vencidos ni aún vencidos. Luchan contra viento y marea. Son tenaces."
- "En algunas culturas los llaman 'estúpidos'."
- "Pues el mundo necesita más estúpidos entonces."
- "Nos estamos yendo de tema."
- "Es tu culpa, vos sos la que guiás la conversación."
- "Vos haces las preguntas."

[...]

- "¿Me querés?"
- "¿Qué clase de pregunta es esa?"
- "De la clase que merece una respuesta honesta."
- "¿Te crees que no soy honesta con vos?"
- "No se, decimelo. Estás haciendo preguntas y todavía no me distes ninguna respuesta."
- "¿Me estás diciendo que no la sabés?"
- "Tal vez si, tal vez no. Pero quiero escucharlo a vos decirlo. No te das una idea la cantidad de personas que han respondido por vos. Ahora es tu turno de defenderte."
- "Ninguna estuvo ni siquiera cera. Te amo más que mi vida. ¿Y vos?, ¿me querés?"
- "Sos la persona que más quiero en este mundo. Y es por eso que me duele tanto, ¿algun día podrás perdonarme?"
- "No vas a empezar de nuevo, ¿no?"
- "Realmente lo necesito saber, fui una cobarde. Vos no te lo merecías."
- "Eras una niña. Tenías demasiadas cosas que afrontar, demasiadas pesadillas que la gente a esa edad ni siquiera sueña con tener. Fuistes muy valiente, tomastes un lugar que no debías."
- "Si, pero no con vos. Y era eso lo importante. Vos eras la que me necesitabas, y fui yo la que te dio vuelta la cara. No me quiero imaginar lo que habrás pensado de mi."
- "¿Realmente pensas que con todas las alegrías que me distes en mi vida yo me voy a acordar de eso? Fuistes y sos la luz de mis ojos. Era mi responsabilidad estar ahí para vos, no del otro modo."
- "Per..."
- "Si es que tanto me quieres, no me des la desdicha de ser yo la persona que te cause tanto dolor. Dejalo ir. Me has demostrado demasiado amor, aún ahora, como para que te quedes en ese detalle."
- "Pero, ¿por qué solo pensás en vos? ¿Es que tampoco vos entendés que eso lo necesitaba para mi? Necesitaba..."
- "¿Despedirte? ¿Realmente hubieses preferido recordarme así?"
- "No te pude decir lo mucho que te quiero. Lo mucho que te iba a extrañar. No tuve la oportunidad de abrazarte y de prometerte que nunca te iba a olvidar."
- "¿Crees que si lo hubieses hecho estarías mejor? No. Nunca es suficiente, ni el tiempo ni las palabras."
- "Pero por lo menos lo sabrías."
- "¿Y qué te hace pensar que no lo se?"
- "Siempre te vi como una persona invensible."
- "Ese es tu mayor problema. Toda una melodramática. No me podías ver como una simple mortal, ¿no?"
- "Jamás."
- "¿Y ahora?"
- "Menos."
- "¿Lo amaste?"
- "Son la viva prueba de que si."
- "¿Y ahora?"
- "Son la viva prueba de que siempre lo haré. Aunque me hubiese gustado verte pelear con él."
- "¿Enserio?"
- "Si, tu adolescencia fue muy aburrida. Con tu hermana ahora me la estoy pasando de lo lindo. Verla pelear con él, me trae recuerdos."
- "Espero que no te refieras a vos porque yo no me lo imagino respondiéndote de esa manera."
- "Te sorprenderías."
- "Está grande."
- "No te das una idea cuanto, y ni hablar de..."
- "Si, ella también."


[...]


- "¿Estás orgullosa de mi?"

- "¿Quién no lo estaría?"
- "Esa no es una respuesta."
- "Por supuesto que si. Siempre estuve orgullosa de vos. De las tres. Se están convirtiendo en excelentes mujeres. Solo tengo que pedirte un favor."
- "El que quieras."
- "No sos la mamá de ninguno de ellos. Dejalos que arreglen sus propios problemas, que aprendan de sus errores. No vas a esta para ayudarlos todo el tiempo."
- "¿No te parece que, en una situación convencional, yo sería la que te esté dando este sermón?"
- "¿Hay algo convencional en todo esto?"
- "¿Me estoy volviendo loca?"
- "¿Por qué me preguntas eso?"
- "¿No lo acabaste de decir vos? Esta no es una situación convencional"
- "No, no lo estás, y que no sea convencional no quiere decir que estas loca. Me parece la cosa más cuerda que has hecho en años."
- "¿Qué?, ¿hablar con vos?"
- "No, hablar con vos."
- "No entiendo."
- "A mi me parece que si.... Y ni se te ocurra hacerme esa pregunta, ya sabés la respuesta."
- "¿Qué pregunta?, ¿qué respuesta?"
- "Página 723 de la versión americana que tenés en tu cuarto. Vos sabés de lo que te estoy hablando."
- "Me conoces bastante bien para alguien a quien no veo en más de una década."
- "Como si te hubiese parido."


[...]


- "Te extraño."
- "No me fui a ningún lado, y tengo la sensación de que vos te vas a seguir quedando acá un largo tiempo más."
- "Vos no te fuiste, yo si."
- "¿No tendría que ser al revés?"
- "Vos sos la que dijo que no se fue a ningún lado. Es simplemente lógico asumir que la que se fue fui yo."
- "Y ahí salió calculín. Nena, tenés mas caras que un prisma."
- "Puede ser, y también puede ser que esa sea la respuesta."
- "¿Respuesta a qué?"
- "A en donde estuve, o en donde estoy. No se muy bien como conjugarlo."
- "Yo te veo, y si te veo es porque se en donde estás."
- "¿Y en dónde estoy?"
- "¡Ah!, eso es algo que vas a tener que descubrir vos solita. ¿No es esa una de las cuestiones de la vida 'de donde vengo/ a donde voy'?"
- "No va a ser fácil, ¿cierto?"
- "Bienvenida"
- "¿A dónde?"
- "A la vida."


[...]


- "¿Me vas a perdonar algún día?"
- "¿Seguimos con eso?"
- "Sabés a lo que me refiero."
- "No hay nada de que perdonar."
- "Tu me habías dicho era que no querías que sea fanática de nada."
- "Si, escuché como te llaman tus amigas. ¿No pensaste alguna vez cómo sería vivir tu propia vida?"
- "Si, y no me gustó el final."
- "¿Y cómo termina?"
- "Yo olvidándote."
- "¿Lo crees posible?"
- "Ya lo estoy haciendo. Cada día que pasa, siento como si te hubiese conocido en otra vida."
- "No digas eso. Yo siempre voy a estar a tu lado, jamás me voy a ir."
- "¿Cómo lo sabés? ¿Cómo podés estar tan segura?"
- "¿De qué otra manera crees que podríamos estar teniendo esta conversación?"


[...]


- "Te quiero"
- "Yo más."


[...]

Partamos de Jakobson

No soy fan de los diarios íntimos publicados on line. Es prácticamente como hacer un vídeo porno y subirlo a la web y después llorar por todas partes porque es lo mas visto en Youtube. Uno sabe lo que hace cuando  tiene los dedos en el teclado (... aunque hay que admitir que es medio seductor...).
Mi propósito de revivir este blog cual Mesías en Pascua después de dos años de encontrarse en un estado comatoso deplorable es una charla que tuve hoy en terapia y que no me va a dejar en paz hasta que lo ponga escrito en algún lugar (ya había mencionado cuanto me seduce la relación que uno puede establecer con un pedazo de papel, ¿no?).
¿Qué es LITERATURA? Y no me refiero a la definición que aparece en el diccionario. Me refiero, taxativamente  a que considero yo literatura (key word: yo).
Roman Jakobson dijo  "El objeto de la ciencia literaria no es la literatura, sino la literariedad, es decir, lo que hace de una obra dada una obra literaria". Entonces, ¿qué hace que una obra sea literaria?
Y fue ahí cuando me puse a pensar.
Seguramente, mis queridos colegas de Puan llamarían literatura (o, mejor dicho, literariedad o literaturnost ara los compatriotas rusos) a todo aquel escrito que denuncie las atrocidades de la sociedad en que el autor se encuentra hundido. El grito de libertad de las almas desesperadas en busca de igualdad, libertad y fraternidad. Esa rendija comunista en el medio de la zona más valiosa de todo Caballito, donde el metro cuadrado vale más de lo que yo voy a ganar en mi vida.
Perfecto. Gracias Puan por su definición.
Pero, ¿no fue Barthes quien dijo que el autor esta muerto?, ¿que hay que leer Crónicas de una Muerte Anunciada como si no supiéramos antes de abrir el libro que nos vamos a inundar en ese mar de aromas con que García Marquez nos dibuja el Caribe?, ¿como si Romeo y Julieta no estuviese intrínsecamente relacionada con el nombre de Shakespeare?. Entonces (para no irme mucho de tema, porque puedo estar acá todo el día), ¿cómo puedo definir literatura como la crítica a una realidad si no se de que realidad estoy hablando? ¿O me están queriendo decir que la realidad de Borges es la misma que tenía Moliere?. 
Demasiadas dudas y pocas respuestas.
Pasemos a otra perspectiva.
La Nonna (y quien la conoce sabe que estoy realizando una cita de autoridad de la puta madre) dice que para ella la literatura es todo aquello que la lleve devuelta a su Italia querida sin necesidad de sentarse 14 horas en un asiento de madera. Entonces, ya con eso, descartamos toda la literatura mundial. ¡Más que eso!, ya la literatura del norte de Italia es considerada extranjera.
Para Papá, la historia es literatura. Pero, ¿no es la historia ya por si una rama aparte?, ¿una ciencia? ¿No nos hacen estudiar en dos materias diferentes?
Para mis hermanas, lo que esta de moda.
Para mi, todo lo que no huela a colmillos y sangre (Potterhead, ¿se acuerdan?). 
Entonces, ¿qué es literatura?, ¿qué es lo que hace que un libro trascienda en el tiempo o sea a temporal?
¿Qué separa a los best sellers de los libros de bolsillo de ese imponente y emblemático estante de las librerías que cualquiera que tenga un poco de ambición de escritor sueña con poner uno de sus libros en esa escurridiza elite de hojas viejas?
Creo (y una parte de mi yo académico muere por usar el verbo "creer" y conjugarlo en la primera persona del singular para terminar este vomito post terapeutico del día de la fecha) que solo el tiempo decide, en lo GENERAL, que es literatura y lo que no lo es. Citando un poquito a Barthes (después de todo, también hay sangre comunista corriendo por mis venas), cuando el autor muere, solo queda la obra de arte. Si cuando el autor muere, su trabajo muere con él, solamente era basura producto de las campañas de publicidad. Si cuando el autor muere, la obra la entierra y sigue viviendo por generaciones depués, siendo el autor la sombra de la obra, eso es LITERATURA.
En lo particular, bueno, llamenlo revolución, trascendencia, recuerdo de la infancia o empatia, pero creo que el ser humano es como una guitarra: tiene cuerdas, sus emociones son cuerdas que están ahí, quietas, rígidas, a la espera de que una mano hábil genere música. Hay gente que produce sonidos y hay quienes producen magia. Y es lo que llamamos magia en el mundo de lo intangible, lo que trasciende al mundo material en forma de literatura.
La literatura, es solo una forma de magia, como la música, el baile y la pintura.
En cada uno de nosotros, hay un mago esperando salir, un retoño de Dios a la espera de la creación de su mundo. Eso define la literatura de la basura barata (y a veces no tanto) que solo va a servir para prender el asado del domingo.
Por eso creo, que es nuestra misión en el mundo que cada uno de nosotros seamos magos, brujas o hechiceros y dejar, en  este mundo, un poquito de magia que dure para siempre....