martes, 13 de julio de 2010

Si es que había una vez


Debí haber empezado con esto hace demasiado tiempo.
Antes de cumplir los 15 pero después de descubrir que los libros en realidad no comen. No, enserio, no lo hacen.
Pero no.
¿A quién le podía interesar? ¿Qué es lo que podía decir?
Y fue ahí, fue hoy cuando me pegó. No me interesa.
Ir a un terapeuta sale demasiada plata como para ir despilfarrándo por la vida billetes y billetes para que te digan "¿Y cómo es que te sientes?". ¡Hola! Si tuviese la respuesta a esa pregunta, estaría ahora durmiendo en mi casa en vez de ser psicológicamente violada en un diván.
No. Para eso, ya tengo bastante con la televisión y su manía de hacernos creer que el chico perfecto exisite y que la utopía se llama vida. Así que paso de ser un número de documento a unas manos sin rostros en el internet (¿o era la?).
Como sea, demasiado lavado cerebral para mis patéticos pocos años de vida. A los 15 años, ya tuve mi crisis de los 40 y antes de que pensara en mi vida después del secundario, descubrí que dentro mio viven 9 personas tratando de dominar mi inconciente. Y si, cada una es más tétrica que la otra. Un día se las voy a presentar (¿o era los?) Triste. ¿Y lo más triste? Cada una de esas soy yo.
Pero bueno, todavía no son las tres de la tarde y mi delirio celestial suele comenzar en el 5 cuando paso tribunales volviendo a casa cuando ya es de noche y la cabeza no tiene nada más que hacer que ponerle play a esos cuentos infantiles que alegraron mi infancia para arruinar mi adolescencia. Nunca tuve novio ni nada parecido, ni siquiera alguien que entre en la categoría de lo que para la concepcion post moderna es un novio. ¿Si me he enamorado? No si somos mi padre que entiende que el enamoramiento solo se da cuando dos personas se aman recíprocamente. Pero, si tomamos el concepto stalker, una vez, tal vez dos y media. ¿Mi problema? Demasiadas expectativas. ¿La culpa? Podría estar aquí toda la tarde citando a todas las películas de Hollywood empezando por Casablanca hasta llegar a Shrek 4, pero solamente puedo culpar a dos personas y esas son (como en el caso de todos los adolescentes que no encuentran una respuesta que les complazca), mis padres, ellos y su manía por quererse tanto; ellos y su maldito matrimonio (im)perfecto; ellos y sus interminables cuentos para dormir; ellos y mi terrible obseción; ellos y yo... yo.
Es que la vida era más fácil antes, cuando la única preocupación que uno tenía en la cabeza era si Papá Noel nos iba a traer para navidad lo que le habíamos pedido, o incluso antes que eso si creen en la reencarnación y la otra vida cuando los sueños cotizaban en la bolsa y el capitalismo no había descubrierto su capacidad para funcionar con el 90% de la población viviendo en la pobreza. Si, esos eran los buenos días: un café, un buen libro y el amor de tu vida era como ir a París, dos veces. Ahora, a un lado tengo un ventanal con la vista más fantástica del palacio de tribunales con gente corriendo de acá para allá, del otro, un cuadro de Van Gogh que me invita lentamente a cerrar los ojos y sentarme en su terraza, transformando el ruido de la calle en el prefasio de Nesun Dorma, ese hermoso momento en donde ya el alma comienza a temblar porque sabe lo que va a venir.
Y ahí estoy parada, con mis botas a medio salir y el cabello escurriéndose de mi infantil intento de rodete. En esa inexistente línea de lo que es y lo que puede llegar a ser, entre el presente y el futuro, entre el futuro y los sueños del pasado.. entre el yo y el super yo.

1 comentario:

  1. Qué lindo que hayas decidido tener un lugar para compartir lo que escribís Nabi (:
    Como siempre, hermosas tus palabras.

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